Nuestra sexualidad nos permite, entre otras cosas, contar con la
posibilidad de reproducirnos. Con la pubertad comienza, para la gran mayoría de
personas, la etapa reproductiva, y con ello la posibilidad de que se produzca
un embarazo cuando se tienen relaciones sexuales con penetración entre hombres
y mujeres.
La reproducción es una responsabilidad de dos. Por eso, tanto
hombres como mujeres deben implicarse en la planificación de los embarazos.
Tener un hijo o una hija puede ser motivo de gran satisfacción, pero siempre y
cuando se desee y se esté en condiciones de disfrutarlo.
No es buena idea dejar la decisión de usar preservativos o no en
manos de la pareja, porque nuestra pareja puede tener ideas o intereses
diferentes a los nuestros. En algunas ocasiones, se producen embarazos que no
se desean por desconocer cómo funciona la reproducción, o por algunas ideas
equivocadas sobre la anticoncepción.
Aquí te mostramos algunas ideas erróneas que producen en
ocasiones embarazos no deseados:
- Idea errónea:
“Embarazarse es poco probable”.
Realidad: Siempre que un hombre y una mujer realizan un coito
sin protección, hay riesgo de embarazo. Algunos días el riesgo es mayor que
otros, pero el riesgo siempre existe. Incluso cuando una mujer tiene la regla.
- Idea errónea: “Los
métodos anticonceptivos no son fiables, por eso da igual
no usarlos”.
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