jueves, 2 de octubre de 2014
Científicos buscan replicar terapia que curó del VIH al "paciente de Berlín"
En la búsqueda de una cura del sida, un equipo médico ha probado en
animales una terapia experimental para tratar de emular el proceso por el que
pasó Timothy Ray Brown, conocido como el "paciente de Berlín", la
única persona curada de VIH.
Guido Silvestri, de la Universidad de Emory en Atlanta (EE.UU.), y su
equipo han investigado la contribución que tuvo la radiación en el proceso al
que fue sometido Ray para eliminar las células infectadas por el virus de
inmunodeficiencia humana.
Las conclusiones, que se publican en la revista Plos Pathongens, apuntan
a la influencia que puede tener la quimioterapia aunque no definitiva para la
cura del VIH, si bien indican que se necesitan más investigaciones por lo
limitado del experimento.
El caso de Brown es único en el mundo, no sólo por el resultado sino por
su complejidad, puesto que después de diagnosticarle el virus los médicos
detectaron una leucemia mieloidea aguda, un tipo de cáncer que afecta al
sistema inmunológico.
Además del tratamiento con retrovirales, Brown fue sometido a
radiaciones de quimioterapia y radioterapia y recibió un trasplante de médula
ósea de un donante con una mutación que suprime la función del gen CCR5, que
codifica una proteína que facilita la entrada del VIH en las células humanas.
Tras el tratamiento, no sólo se curó de la leucemia, sino que sus
niveles de VIH disminuyeron a niveles casi indetectables y se han mantenido así
incluso después de haber dejado de tomar los medicamentos para mantener el
virus en niveles bajos (antirretrovirales).
Los investigadores sometieron a tres monos al mismo proceso que Brown
para tratar de averiguar qué paso en el tratamiento del cáncer pudo ser el
responsable de la mitigación del VIH.
Los monos fueron infectados con el modelo animal de Simian Virus de
Inmunodeficiencia (SIV, un pariente cercano del VIH que infecta a primates y
causa una enfermedad similar al sida).
Posteriormente fueron tratados con antirretrovirales, sometidos a
radioterapia y recibieron un trasplante de células madres de su propia médula
ósea antes de que los animales fueran infectados.
Los investigadores comprobaron que la radiación acabó con la mayoría de
sus células afectadas, incluyendo entre el 94 y el 99 % de las células madre
del tipo denominado CD4, blanco principal de la infección por VIH en la sangre,
que contienen el receptor CCR5.
Además, semanas después del trasplante detectaron células inmunes, lo
que según los investigadores demuestra el éxito del trasplante, que no produjo
rechazo a los animales y al que siguieron sesiones de radiación.
No obstante, al dejar de administrar los antirretrovirales los animales
volvieron a desarrollar el virus a niveles anteriores en dos de los tres
animales.
El tercero sufrió una insuficiencia renal por la que tuvo que ser
sacrificado y en la autopsia encontraron que todavía tenía señales del virus en
los tejidos, por lo que ninguno de los tres se curó por completo.
El estudio sustenta la
idea de que aunque no es suficiente para eliminar el virus, la radiación puede
reducir los niveles de VIH, si bien subraya la importancia que tuvo la mutación
del donante de médula en el caso del "paciente de Berlín".
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