viernes, 14 de agosto de 2015
La ONU suspende a España en políticas de igualdad
España, país europeo, miembro de la UE y en pleno siglo XXI, no es capaz de superar el examen de igualdad de
las Naciones Unidas. La CEDAW (la Convención por la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra las Mujeres, por sus siglas en inglés) acaba de repasar en su convención
de este año los parámetros esenciales de nuestro país en malos tratos, equidad
salarial o educación en igualdad y concluye que no hay aprobado posible.
El informe preliminar de la CEDAW -con fecha 17 de junio- ya reprochaba
al Gobierno central que las políticas de austeridad hayan "relegado
a muchas mujeres a los tradicionales roles de subordinación" y hayan
"empeorado su situación en la vida económica, social y política".
La tijera se suma a males ya endémicos, no resueltos, como "la
cultura del machismo y la influencia social de las instituciones religiosas
patriarcales" y eso acaba por dilapidar los avances logrados en los últimos
años y que están, dice la ONU, en "riesgo de retroceso".
El informe final -con fecha 24 de julio y difundido ahora- constata esa
primera lectura. La palabra "preocupación" se repite insistente y,
aunque el comité reconoce algunos pasos dados por España, el rapapolvo es
abrumador.
Estas son las quejas esenciales:
La crisis no es la excusa que todo lo tapa
Los especialistas en Igualdad de la ONU se quejan de las "medidas
de austeridad financiera y económica" adoptadas por el Ejecutivo, porque
han tenido "efectos negativos" sobre la mujer. Aunque constatan que
España ha pasado por "circunstancias excepcionales", complejas, la
justificación no basta. "Incluso en tiempos de restricciones fiscales y
crisis económica", abunda, hay que hacer "esfuerzos especiales"
para mantener la atención sobre la mujer, dada su posición de cola en la
sociedad. No hay, denuncia, ni siquiera estudios y evaluaciones que hayan
analizado el impacto de esta dura etapa en el sector femenino.
La austeridad ha tenido un impacto "grave y desproporcionado en las
mujeres", con elementos que desgastan como el desempleo, las reducciones
de ayudas sociales como el cuidado de dependientes, la congelación de los
salarios, la transformación del trabajo a tiempo completo a puestos a tiempo
parcial... Males generalizados en la población pero más hondos en el caso de
las mujeres.
Cita ejemplos claros: la brecha salarial sigue siendo del 17,8%, por
encima de la media europea, apenas un 18,2% de las mujeres ocupa puestos de
dirección en las empresas y España no ha ratificado el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre trabajadores
domésticos, un campo abrumadoramente copado por mujeres. El mundo rural y las
jornaleras también lo pagan.
¿Qué debe hacer España para tapar este agujero en sus políticas? El
informe aboga por una mayor sensibilidad en la mirada, por realizar análisis
específicos sobre cómo la crisis afecta a la mujer, por priorizar "medidas
de apoyo a la igualdad" en los sectores público y privado, por asegurarse
de la "redistribución interna" de los recursos a la hora de buscar
salidas laborales para todos, ampliar las inversiones sociales y la protección
social y "dar prioridad" a las mujeres en situación vulnerable.
Menos instrumentos de lucha
La ONU le afea a España la eliminación del Ministerio de la Mujer
-creado por José Luis Rodríguez Zapatero- y del Instituto de la
Mujer, ahora con más cargas competenciales que difuminan su objetivo. Esta
reestructuración, afirman sus expertos, "ha afectado a la capacidad del
Estado" para "garantizar el desarrollo y aplicación efectiva" de
las políticas de mujer y puede además "diluir ese enfoque" como eje
transversal en las decisiones del Gobierno.
Las carencias en la estructura "de género" en el plano
nacional afecta a las comunidades autónomas, pues la coordinación es menor y se
pierde el empuje de una estrategia común. La cooperación con ONG y otros
organismos civiles es "limitada", igualmente. El resultado es una
falta de apuestas "globales".
Por eso se exigen más recursos, más fondos materiales, técnicos y en
personal e, incluso, la recuperación del ministerio, "un mecanismo de alto
nivel capaz de iniciar, coordinar y ejecutar" las políticas de mujer. A
ello deben sumarse medidas temporales y excepcionales claras que ayuden a
superar la brecha con los hombres, como cuotas legales de discriminación
positiva durante el tiempo que sean necesarias para generar un cambio en la
sociedad.
Los estereotipos ganan a la educación
El Comité es demoledor cuando le recuerda al Gobierno la
"persistencia de actitudes y estereotipos sobre los roles y
responsabilidades de mujeres y hombres en la familia y en la sociedad,
tradicionalmente arraigados". Le avisa de que esa distorsión es la base de
una violencia doméstica posterior. Está por todos lados, denuncia: en la
"insuficiencia" de las representaciones de mujeres en los medios o en
los puestos de poder (político, social, económico...), en la publicidad e
incluso en los libros de texto. Y más grande es el agujero cuando a
"mujer" se le añaden apellidos como "inmigrante",
"discapacitada", "gitana"...
La LOMCE ha eliminado la asignatura de Educación para la
Ciudadanía y, con ella, ha dejado que los "valores éticos" estén al
alcance sólo de aquellos alumnos que no cursen una asignatura de religión,
relegando una formación que debería ser clave. Hoy no hay, destaca igualmente,
una enseñanza obligatoria seria que incluya materias relacionadas con la salud,
los derechos sexuales y los reproductivos.
Preocupa que las mujeres y las niñas sigan eligiendo campos dominados
tradicionalmente como femeninos: sólo el 26,4% de los alumnos matriculados en
Ingeniería y Arquitectura son mujeres, por ejemplo. Permanecen
"subrepresentadas" en carreras técnicas.
La ONU insta a España a aplicar un plan integral contra los
estereotipos, que se fundamente en programas educativos claros y específicos,
revisando los programas y los libros de texto, y apuntalando ese trabajo con más
campañas de sensibilización, que entiende insuficientes ahora. También reclama
"medidas innovadoras" para mejorar la imagen de la mujer en la
sociedad. Esto es: se hace poco y se hace lo de siempre.
El limbo de la violencia doméstica y sexual
Para la ONU, es de aplaudir que se impulsasen normas específicas contra
los malos tratos, pero de nuevo censura que se haya estancado esa pelea. Dice
el comité que está "alarmado" por "la prevalencia de la
violencia contra las mujeres, incluida la violencia sexual", y su efecto
en los menores, con 20 niños asesinados entre 2008 y 2014 por sus padres,
maltratadores sobre los que había ya sospechas o incluso denuncias y que, aún
así, mantenían el régimen de visitas.
Habla directamente de "deterioro" de los servicios de
asistencia a maltratadas, de leyes que no se han refrescado, de la falta de
formación de los jueces y funcionarios para aplicar con cautela las medidas de
alejamiento y de custodia; exige que se vele sobre todo por los derechos de
visita a los menores sin supervisión independiente, muy frecuentes incluso
cuando los padres tienen antecedentes por violencia. Pide a España que anime más
a las mujeres maltratadas a denunciar ¡y que mejore hasta sus estadísticas -la
falta de datos fiables es una rutina en el informe-.
El II Plan Integral de Lucha contra la trata de mujeres y niñas con
fines de explotación sexual 2015-2018, en particular, está aún en fase de
revisión, cuando hace más de dos años que finalizó el primer plan. Por ello le
pide que acelere todo el protocolo de protección ante la "prevalencia de
la trata" de mujeres y niñas. "También preocupa la definición
limitada de proxenetismo", que llega a complicar incluso el procesamiento
de los culpables. Sobre la prostitución, abunda, hace falta igualmente un
"enfoque integral" y no meramente policial.
No al aborto tutelado de las menores
En cuestiones de salud, la ONU sobre todo reprocha a España dos
actuaciones: su negativa a atender de forma universal a los inmigrantes,
incluyendo claro está a las mujeres y su salud sexual y reproductiva, y su
reforma de la Ley del Aborto. Sobre esta última, le pide al Gobierno que no adopte
la decisión de que las niñas de entre 16 y 18 años tengan que necesitar el
consentimiento de los padres para abortar, ya que le "preocupa" por
las repercusiones que puede tener un límite así en la salud de las menores.
Falta de información
Otro dato "preocupante" es que las mujeres españolas, y en
especial las de zonas rurales y las emigradas, "no son conscientes"
de sus derechos y "carecen de la información necesaria" para poder
reclamarlos. La ONU constata que en España hay leyes proteccionistas y se han
ratificado convenios internacionales, pero no llegan a la población; al
desconocerlos, no reclama ciertas defensas que le corresponden. Hay que
divulgar más y "aumentar la conciencia" de las mujeres de sus
derechos, además de "educar y formar" de forma periódica a los
funcionarios que han de velar por el cumplimiento de esos derechos.
Las mujeres también deben reinar
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