viernes, 24 de enero de 2014
TREN DE LA LIBERTAD
Mira tu futuro.
Hay en él una mujer con un embarazo no deseado. Quiere abortar, pero la ley
castiga con tres años de prisión e inhabilitación al personal sanitario que realice
una IVE. En España el aborto está, en la práctica, prohibido, y las clínicas
para la interrupción voluntaria del embarazo han cerrado hace meses.
Has oído hablar de organizaciones sociales que, por
convencimiento, clandestinamente, ayudan a las mujeres. Ella ha llamado al
teléfono que tú le has conseguido. Pide una cita por teléfono a una voz
desconocida, adelantando el motivo por el que llama. La voz desconocida resulta
ser una mujer amable, un poco mayor, que le recomienda viajar al extranjero.
Hacerlo en España no es seguro.
Tú aún no lo sabes, pero ella ha conseguido ya la dirección de
alguien que puede practicarle el aborto en su ciudad, y no es caro. Quisieras
decirle que no se someta a prácticas inseguras, pero, intuyendo tu opinión, no
te ha dicho nada. Ella tiene miedo. Los días pasan y está cada vez más
nerviosa. Tiene que decidir ya adónde va a ir.
Búscate en ese futuro. ¿Quién eres? Puede que seas la persona
que la acompaña hasta la interrupción del embarazo. Has vivido su angustia y
también tú has tenido miedo. ¿O eres la voz desconocida, que atendió su llamada
desinteresadamente? Tal vez seas personal del servicio de salud y has tenido
que negarle tu ayuda, aunque eso te repugna. ¿Eres su pareja? ¿Es ella tu hija?
Tal vez seas la mujer que quiere decidir su futuro.
Podemos escribir esta u otras historias parecidas porque las
hemos vivido muchas veces, durante la dictadura y hasta la despenalización
parcial del aborto, en 1985. La verdadera capacidad de decidir de las mujeres y
la seguridad jurídica para los y las profesionales no se lograron hasta el año
2010, con la aprobación de la ley de plazos.
Esta ley, la Ley de salud sexual y reproductiva y de
interrupción voluntaria del embarazo, será derogada en pocos meses, si no
conseguimos parar la decisión del Gobierno del PP. El futuro será, entonces, la
repetición de un pasado que no esperábamos volver a vivir.
Por eso, vamos a aprovechar el presente, haciendo todo lo
necesario para conseguir la retirada de la ley de reforma del aborto. No vamos a
perder el tiempo porque, en solo unos meses, las mujeres perderemos el control
de nuestra vida. Y algunas, como la protagonista de esta historia, pondrán en
riesgo su vida y su salud, por evitarlo.
Vamos a actuar ya, y te pedimos que actúes, para no tener que
buscarnos en ese futuro que no nos gusta, para no volver a vivir historias ya
vividas. Para evitar el miedo, la injusticia y el abandono por las
instituciones de las mujeres que tienen un embarazo no deseado y quieren
abortar.
El día 31 de enero, a las dos, vamos a llenar un tren. El tren
de la libertad saldrá ese día de Gijón, con todas las personas dispuestas a
decirle NO a Gallardón. Y eso solo será el principio. Otros trenes en otros
lugares de España se están organizando ya, llenos de ciudadanas y ciudadanos
dignos. Mucho más dignos que nuestro Gobierno. Vamos a conseguir, con todo el
esfuerzo que sea preciso, la retirada de la ley.
SÚMATE AL TREN DE LA LIBERTAD PARA CAMBIAR EL FUTURO.
JUNTAS PODEMOS.
Etiquetas:
aborto,
convocatorias,
derechos sexuales,
salud pública,
salud sexual
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