martes, 26 de noviembre de 2013
Los efectos de la crisis falsean los datos de violencia de género
La reducción del número de
denuncias y de víctimas mortales es un espejismo; una "bolsa oculta de
maltrato" ligado a la violencia económica, según las expertas
Menos denuncias y menos
víctimas mortales de la violencia de género. Este es el mapa que dibujan las estadísticas de violencia machista de los
últimos años. Podría parecer alentador, pero no es oro todo lo que
reluce. Tanto el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad como los
expertos en este ámbito recelan de estas cifras porque, afirman, son un efecto
provocado por la crisis que dista mucho de ser positivo.
2012 fue el año con menos mujeres muertas a manos de
sus parejas o exparejas desde que el Gobierno empezó a contabilizarlas
en 2004, cuando entró en vigor la Ley integral contra la violencia de género.
El año pasado, fueron 52 las víctimas mortales de la violencia machista, nueve
menos que en 2011, 21 menos que en 2010, cuatro menos que en 2009 y 24 menos
que en 2008. Este año parece que las cifras van por el mismo camino que el
anterior porque, a falta de un mes para que finalice 2013, han sido 44 las
mujeres que han muerto asesinadas. Pero, según expertos en esta materia, este
descenso no es más que un espejismo.
Y es que la crisis y las
políticas de austeridad que se han llevado a cabo desde entonces han tenido
como consecuencia el recrudecimiento de
la llamada violencia económica. Es decir, que las mujeres afectadas por
la reforma laboral, los recortes
en Dependencia o los despidos en el empleo público han vuelto a depender de sus maridos,
reconvertidos, como en épocas pasadas, en los principales sustentadores de la
economía familiar. Además, las políticas de recortes también están poniendo en
peligro los recursos para las víctimas. De hecho, el último borrador de la
reforma local obligaría a
cerrar a los centros municipales de asistencia a mujeres maltradadas.
Todo ello, unido al aislamiento, el maltrato psicológico que anula a las
víctimas y las deja sin voluntad, o el miedo a los golpes y la muerte tiene un resultado final tramposo: se reduce el
número de denuncias, pero no porque hayan disminuido los casos de
violencia.
Etiquetas:
igualdad y género,
violencia de género
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario